Diversidad Literaria, S.L. ha sido beneficiaria de una subvención para la contratación estable de personas jóvenes, cofinanciada por el Fondo Social Europeo Plus (FSE+) y la Unión Europea, en el marco del Programa para el fomento de la contratación en la Comunidad de Madrid.
Francisco Javier Bajo Novoa
Mi nombre es Francisco Javier, aunque pocos me conocen por él, si digo Paco, ya me conocen algunos más. Nací en Logroño hace cincuenta y ocho años. Aún no he sido capaz de graduarme en nada ya que sigo aprendiendo de cada día que va pasando y de cada persona que se cruza en mi camino. Soy aficionado prácticamente a todos los deportes, pero para mí y quizá para algunas otras personas, la afición que más nos sorprende es la de la escritura, quizá, por aquello de no haberlo mamado. Empecé a escribir notas en papeles por casualidad y en muchos casos y por timidez acabaron en la papelera sin ver la luz. Un día sustituí el papel por el ordenador y de esa manera fui guardando todo lo que en mis ratos de entretenimiento escribía. Luego quité un poco la timidez, no toda, y gracias a tener todo bien custodiado pudo ver la luz mi primera recopilación de relatos cortos y poemas “El alto del abuelo”. Hoy, me lanzo con algo totalmente diferente y nuevo para mí. Una obra en la que narro una historia. “Cartas a Lucía”. ¡Espero no haberlo hecho mal!
Javier está enamorado de su amiga Lucía desde la infancia. Debido a su timidez, trata de expresar lo que siente por ella mediante cartas. La vida corre y va cambiando para los dos, pero él no deja de escribirlas. En el camino de Lucía se cruza un amor del que no puede escapar y decide cortar la relación física con Javier, pero no la personal. Por su parte, él no llega a encontrar a una mujer que pueda cambiar los sentimientos que siente por Lucía y sigue escribiendo cartas que la mayoría de las veces no llega a enviar. Casi por accidente, Macarena se cruza en su camino. En ese momento, algo va cambiando, pero una pregunta lanzada al aire por Macarena deja reflexivos y en silencio a los dos. De la noche a la mañana todo cambia, pero las dudas y la pregunta siguen ahí.




